COMENCEMOS
Los FCR son los carburadores que comúnmente se denominan “de tiro directo”, ya que cuando se acciona el acelerador, ellos abren el paso de la gasolina al instante, sin esperar a que ningún otro sistema entre en funcionamiento.
Los convencionales, por el contrario, al abrir gas cuentan con otros sistema más lentos a la hora de reaccionar, con otros mecanismos, y muchas veces analizan ciertos parámetros a la hora de dejar pasar la gasolina, como puede ser el número de revoluciones del motor, la posición de la campana del propio carburador, etc. , encaminados en la mayoría de los casos a reducir los gases contaminantes o el consumo, ofreciendo una conducción a su vez más “tranquila”.
Existen FCR que llevan sistemas de arranque en caliente, y también el conocido como TPS (Throttle Position Sensor) que no es más que un sensor de posición de “garganta”. Esta “garanta” hace referencia a la pequeña compuerta que se abre cuando aceleras. El TPS, en teoría, permite pasar la cantidad de aire necesaria según la gasolina que se está inyectando en ese momento, consiguiendo así la mezcla ideal. De ellos no voy a hablar, ya que sin saber bien de qué se habla, lo mejor es callar, por lo que me centraré en los elementos comunes a todos los FCR del mercado.
Los FCR de los últimos 10 años, los podríamos clasificar en tres modelos:
1.- FCR Primera Generación: Se montaba allá por el año 2000, y dentro de conseguir su finalidad de potenciar los motores con su sistema de funcionamiento, este resultaba mas bien complicado, con mecanismos externos y con regulaciones un tanto peculiares. Aquí tenéis uno.

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